Ser periodista en una época de prostitución periodística
Por Carlitos Jiménez
Está época es precisa para recordar la gran importancia de ejercer el periodismo en una sociedad que vive cada día al compás de nuevos avances en la comunicación social, de la cual deriva la codiciada profesión.
Ahora es el momento de que quienes quieren ser vistos como periodistas reales por esta sociedad que cada vez mas se confunde con el oficio, debido a la prostitución que practican algunos periodistas frustrados que se presentan como verdaderos, frente a personas ignorantes o desconocedores de esta labor.
Nuestra visión como periodistas, debe mantenerse enfocada en lo que naturalmente exige la profesión; cumplir con tres enfoques fundamentales -estamos de acuerdo con el periodista de New York, Francisco Cardona-: El enfoque intervencionista; implica que un profesional del periodismo debe estar comprometido con los individuos socialmente desfavorecidos y actuar en nombre de ellos.
El enfoque de distanciamiento del poder; mide la distancia en que se sitúa un periodista de quienes presumen el poder político y económico. Y el enfoque de orientación al mercado que nos conduce a desempeñar tres roles fundamentales: el rol de servidor, de entretener y el rol cívico; con los cuales podemos responder eficientemente a los intereses de los receptores o público.
El periodismo es hermoso y poderoso si se ejerce con ética y se muestra siempre la realidad real. Esto es, diciendo y enseñando las cosas que algunos no quieren que se digan ni se muestren.
Ahora es el tiempo ideal para reafirmar el compromiso de investigar, informar y orientar, revistiéndonos de coraza para trabajar con seriedad y que la sociedad sepa separar la prostitución periodística que ha surgido debido al exceso de democracia que nos han traído las nuevas tecnología y el desinterés de adquirir conocimientos.
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